El árbol de la vida - LA VOZ EN OFF

lunes, 8 de octubre de 2012

El árbol de la vida



Tras la noticia de la muerte de su hermano menor, Jack empezará a recordar su infancia en un camino hacia el redescubrimiento interior. Su padre y su madre, así como la naturaleza y lo divino, formarán sus dos grandes pilares. Esos son sus orígenes, sus influencias, y al final, su propia persona.


El Festival de Cannes fue el escenario escogido en 2011 por el intermitente director de cine Terrence Malick para presentar su quinto largometraje en lo que va de casi cuarenta años de filmografía. La película fue recibida con la misma cantidad de ovaciones que de abucheos, lo que no le impidió llevarse finalmente la Palma de Oro.

'El árbol de la vida' es el proyecto más personal y espiritual llevado a cabo por el realizador texano en su corta aunque dilatada e importante filmografía. La película ahonda en cuestiones sobre el origen de la vida, la existencia del alma, las circunstancias que nos forman, así como la propia muerte. Especialmente, la cinta refuerza en la importancia del vínculo familiar, en la necesidad del amor y del autodescubrimiento y aceptación.

Malick consigue con 'El árbol de la vida' un hito cinematográfico completamente incomparable. Un intento de condensar las preguntas más trascendentales de la existencia sin necesidad de respuesta a raíz de un suceso tan traumático como lo es la muerte de un hijo.

Visualmente la película es de una belleza inconmensurable, con escasos diálogos y repleta de escenas líricas. Estéticamente recuerda al mejor Kubrick. La fotografía de Emmanuel Lubezki insufla a cada plano auténtica vida. La cámara al hombro de Malick consigue unos encuadres y una narración sincera, tierna, con un poder evocador de la infancia inimaginable.   La película además respira en muchas ocasiones de auténtica improvisación. 'El árbol de la vida' regala al espectador algunos de los momentos más bellos que se hallan podido contemplar en pantalla en mucho tiempo.

Todo el reparto se encuentra espléndido, especialmente Brad Pitt y Jessica Chastain. El primero, como la figura paterna, se mostrará rígido, duro, severo y hasta cruel. Ella, sin duda la mejor actuación de la película, será la figura dulce y tierna. Quien represente el amor, el perdón y hasta la fe por encima de todas las tragedias y durezas de la vida.

'El árbol de la vida' es una película de obligado visionado. No obstante, no es recomendable para el espectador, no ya tan siquiera comercial, sino convencional.

En la película no transcurren historias elaboradas ni grandes diálogos. 'El árbol de la vida' contempla la vida, coloca la mirada hacia lo bello y lo empuja hacia el alma con la mejor de las poesías audiovisuales.

Si se la acepta como es y se ve con la mente abierta es probable que se viva una experiencia cinematográfica sin precedentes.



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