Resident Evil: Venganza

Tras el ataque de Umbrella, Alice despierta en una de las instalaciones de la corporación. Ayudada por una desconocida, tendrá que sortear diferentes escenarios para poder escapar de allí y continuar con su misión.

El espectador, ansioso por disfrutar de una batalla mundial contra la invasión zombie (Evil Goes Global reza el cartel de la película), es víctima de la falsa campaña publicitaria de esta última entrega hasta la fecha.

Tras una estética y espectacular escena inicial, la historia supone un paréntesis en el camino de su protagonista, consistente solo en escapar del lugar donde se encuentra encerrada. La escenificación de los distintos rincones del mundo son solo una mera simulación informática, lo que resta épica a una película que se presumía "global".

La dirección de la cinta es bastante lamentable. Ni siquiera las escenas de acción tienen interés alguno, consistiendo algunas de ellas en ensaladas de tiros sin coreografía alguna. Otras, peores aun, consisten en pegar mil patadas cuando todo el mundo sabe, desde el principio, el gesto con el que acabará el enfrentamiento.

La película transcurre como un vídeo-juego, en el sentido más literal posible de la palabra, donde la protagonista va superando distintos escenarios para llegar al final.

'Resident Evil: Retribution' finaliza igual que debería haber empezado. Una película puente, una historia innecesaria y aburrida. Una mera excusa para rodar una quinta entrega, posponiendo el espectáculo para otra película futura.