El Señor de los Anillos: Las dos torres - LA VOZ EN OFF

miércoles, 19 de diciembre de 2012

El Señor de los Anillos: Las dos torres



Aragorn, Legolas y Gimli siguen el rastro de los orcos que raptaron a sus amigos Merry y Pippin mientras Saruman planea atacar con su ejército el Abismo de Helm. Muy lejos de Rohan, Frodo y Sam continúan su viaje hacia Mordor para destruir el Anillo Único en el Monte del Destino, pero no contaban con que una extraña criatura les estaría siguiendo.


Segunda entrega de la espectacular trilogía de 'El Señor de los Anillos' adaptada a la gran pantalla por el megalómano Peter Jackson.

'Las dos torres' se inicia con un impresionante prólogo que retoma la acción sucedida en las Minas de Moria de 'La Comunidad del Anillo'. Una vertiginosa secuencia rodada en caída libre que hace gala de los mejores efectos especiales y del gran pulso de Jackson a la hora de narrar la acción.

La película divide su narración en tres líneas argumentales del todo separadas. Por una parte tenemos el viaje liderado por Aragorn, un estupendo Viggo Mortensen que goza de mayor protagonismo con respecto a la anterior entrega. En la película prima esta parte de la historia, que finaliza con la espectacular batalla nocturna del Abismo de Helm. Una impresionante coreografía de masas excelentemente montada y, aun siendo extensa, entretenida a rabiar. De lo mejor del filme.

Por otra parte, al capítulo sobre las andanzas de los hobbits Merry y Pippin se le otorga demasiado metraje cuando claramente es el de menor importancia. Esto languidece el ritmo de la película en exceso. La alternancia de escenas entre la adrenalítica batalla en el Abismo de Helm y la soporífera historia de estos hobbits roza la desesperación por momentos. Por no hablar de las secuencias que se corresponden a Arwen (Liv Tyler) y al exilio de los elfos en general. La sensación de arritmia que producen hace descender notablemente el nivel de la película, cuya excesiva duración no se puede permitir.

Finalmente, una de las mayores sorpresas de 'El Señor de los Anillos: Las dos torres' se encuentra en el personaje de Gollum, brillantemente dotado de vida gracias a Andy Serkis. Todo un hito de los efectos digitales, muy por encima de cualquier otro personaje digital desarrollado hasta la fecha. Por momentos parece que el personaje de Gollum es del todo real. En sus escenas acapara todo el protagonismo y eclipsa a casi todo el reparto. Un prodigio de la tecnología de la captura de movimiento que serviría de ejemplo para posteriores películas. No obstante, esta última línea argumental tampoco se libra de ciertos momentos de parsimonia rítmica.

El principal motivo de estos problemas de ritmo se encuentra en la eliminación de ciertos capítulos del libro original de Tolkien para su posterior inclusión en la tercera parte, 'El Retorno del Rey'. Esto obliga a Jackson a echar el freno en la narración y a estirar ciertas escenas para ocupar su metraje, al tiempo que se guarda varios ases en la manga en favor del último título de la trilogía.

A pesar de todos estos fallos, el director se redime en su acto final en un impactante y emocionante clímax con un asombroso montaje en paralelo que (casi) hace que se nos olvide el lento recorrido anterior.

'El Señor de los Anillos: Las dos torres' vuelve a brillar a nivel técnico, como ya hiciera 'La Comunidad del Anillo', llegando a alcanzar incluso un nivel superior gracias a la magnificencia de su gran batalla y al increíblemente humano personaje de Gollum.

Como parte del conjunto que es la trilogía de 'El Señor de los Anillos', esta segunda parte es impecable. Continúa en la misma senda y apenas presenta las taras propias y casi inevitables de su densa historia. Como película por separado, que lo es y también hay que considerarla como tal, 'Las dos torres' acabaría siendo el filme más flojo de la trilogía por su lento avance y estancamiento narrativo.

A la película le pesa, y mucho, no tener un principio ni un final. Ya conocemos a los personajes por lo que las presentaciones sobran, pero tampoco terminamos de conocer una conclusión medianamente satisfactoria como para abarcar un filme completo. Claro que la novela de Tolkien también acaba (casi) en ese lugar, por lo que traicionar el texto original tampoco habría llegado a ser aceptado.

Los temas que abarca 'Las dos torres' son los ya clásicos de su autor, como el valor, la amistad, el honor o la eterna lucha entre el bien y el mal. Además en esta segunda parte se incide sobretodo en la corrupción por parte de Saruman, aunque acabe por dejar inconclusa, el heroísmo magnificado en la figura de Aragorn, y un claro y poderoso discurso ecologista potenciado por la figura de los Ents.

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